En el infiernillo de la cocina veo a mi amiga tomar del vaso
le ha contado secretos al oído cristalino
enzimas de su saliva se mezclan con el agua
el calcio de sus dientes muerden el borde
como si fuera un pez que choca con la superficie helada de un lago
Cuando era niña me obligaron a tomar el agua de la pecera en casa de la abuela
ahí vivían los peces dorados enfermos
sus ojos mirando la nada, las aletas deshilachadas
las fotos de arrecife falso tapizadas de lama verde que ha crecido
bajo la luz fluorescente
creen que es el sol
Cuánta agua había en esos años, en las paredes la pintura
hinchada de humedad
ampollas que rompemos con los dedos
exhalan un sonido que es mudo y llena el cuarto
de un murmullo acuoso
La sed arrastra poblaciones enteras hacia el interior de tu garganta
esferas diminutas, fósiles, tesoros del mar, metales
el fango paleozoico - leíste todo sobre ello
un libro de texto con dibujos de mamuts el gran deshielo
que ahora bebes
Los pilus viven por un instante diáfano en el agua de tu vaso
no tienen ojos, imaginan el mundo en temperaturas
han desarrollado un extraño fetiche por recolectar pelos y adherirlos a su cuerpo
uno de ellos halló una hebra rubio platino con orzuela que se agita mientras
Come la lama de los muros mientras come
el tiempo
Mariel Vela
Fotografías de registro por Ruben Garay. Retrato por Marianne Wasowska